Los filósofos, los genios y los hombres extraordinarios se encuentran entre los más poderosos impulsores de la vida, de la voluntad de vivir, conscientes de que es posible hallar algo más elevado y puro que la existencia actual.
Esa meta es el conocimiento; el fomento del engrandecimiento del filósofo, del artista y del santo, dentro y fuera de nosotros y, de este modo, que trabajemos en pro de la perfección de la Naturaleza.
El progreso es algo posible, pero no seguro.
Lo que a mí me importa es el valor de la moral.
Nietzsche
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