Respondiendo a tu sutil llamado, estas sentidas palabras acuden por amor a fortalecer tu seguridad en las decisiones tomadas. Cada letra es una delicada gota de energía pristina que derramará su gracia divina al entrar en contacto con tu alma, de modo que el brillo de tus ojos siga anunciando que podemos ser más humanos. Al verte pasar, una majestuosa mariposa azul abre sus alas, te invita a continuar volando. Fuimos convocados a religar.
Las infinitas huellas en tu claro sendero revelan que el intenso proceso de ascensión te humanizó. Sus delineados contornos denotan el equilibrio alcanzado. Muy lejos quedó en el recuerdo el coraje necesario para dar el primer paso que te transformó, haciéndote salir del reino de tu mente para ingresar a tu corazón. Cada lágrima sincera perforó tu coraza interna, así tu espíritu afloró y manifestó, con firmeza, su ancestral sabiduría compasiva.
Ahora sientes. Emites paz interior. Las vivencias te hicieron saber que descendiendo se trasciende el apego a la cima, y que no hacía falta correr en busca de claridad, porque la luz brota dentro. ¿Recuerdas? Saltar te hizo consciente de tus alas. Volar abrió tu mágico mundo interior. Mirándote en el fiel espejo de quienes supusiste enemigos viste reflejadas tus partes más oscura. Aprendiste. Internalizaste que al ser Uno, si cambiás todo cambia.
Necesito agradecerte. Fui testigo de tu transmutación, que también fue la mía al entender que no hay divisiones. Me ayudaste a levantar. Me alentaste a seguir. A tu lado supe que creer es crear y que lo externo estaba ahí para evolucionar, dándonos la gran oportunidad de plasmar nuestra esencia en el plano de la materia. Caminamos un extenso trecho y hoy quiero volver a decirte gracias. Mi corazón se siente bendecido por tu lumínica presencia.
Hay una trama invisible a la mente, pero sensible al corazón, que con sus destellos afirma que cada paso estuvo bien dado. Con nuestras decisiones conscientes crecimos en la Unidad. Estamos aprendiendo. Fluimos en el amor de una frecuencia dorada que nos sabe indivisibles. Soy tu reflejo. Eres mi espejo. Vamos, la bella mariposa nos espera. Volemos alto, aprovechemos el fuerte viento transformador del caos. Fuimos convocados a religar.
(Por Julio Andrés Pagano)
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